Un innovador sistema permite comunicarse a niños con parálisis cerebral



La parálisis cerebral afecta a 1,5 de cada mil personas en España y es la primera causa de discapacidad en la infancia. El proyecto europeo, coordinado por el Instituto de Biomecánica de Valencia, les permite expresar sus necesidades gracias a sensores y a una tablet.

El 15% son casos de parálisis cerebral discinética, es decir, personas que aunque tienen inteligencia conservada, no pueden hablar ni expresarse porque no tienen control motor. Con el fin de mejorar la calidad de vida de estos pacientes, el Instituto de Biomecánica de Valencia (IBV) ha coordinado el proyecto europeo ABC que consiste en un sistema cerebro-ordenador que potencia la capacidad de comunicación de estas personas desde su infancia.

Este sistema mejora la relación con su entorno y la expresión de emociones, según el IBV. Así, mejora las posibilidades de desarrollo cognitivo y emocional de este colectivo para el que es difícil establecer relaciones con el entorno debido a su enfermedad. Uno de los investigadores del IBV, Juanma Belda, asegura que "como no pueden expresarse, estos niños no se relacionan y acaban por no desarrollar su inteligencia".

El prototipo que han desarrollado dentro del proyecto ABC es operativo en entornos de la vida real. Es un sistema de comunicación que permite su uso mediante distintos modos de interacción incluyendo un interfaz cerebro-ordenador. Como resultado, se ha creado un comunicador que está disponible gratuitamente para tabletas Android, aseguran desde el IBV.

Este comunicador ABC se compone principalmente de cuatro módulos independientes basados en los últimos avances en procesamiento de señales neuronales, comunicación alternativa asistida por ordenador y monitorización de bioseñales. La aplicación, desarrollada y evaluada con usuarios por el IBV, es totalmente personalizable y configurable en cualquier idioma en función de las características del usuario.

Otra de las innovaciones que incluye ABC es la posibilidad de registrar las emociones, ya que el sistema contiene un sensor en la piel que es capaz de detectar cinco estados emocionales como son positivo (de alta y baja intensidad), neutro y negativo (de baja y alta intensidad). La herramienta cuenta también con un módulo de salud que funciona a imagen de las pulseras deportivas de control de las constantes vitales como son el pulso y la respiración.

Fuente de noticia y foto: www.laverdad.es