Diez nuevas burras ayudarán a hacer accesibles las visitas en El Rebellao



Diez nuevos ejemplares de la raza asnal andaluza se unen a esta gran familia con distintos propósitos: por un lado contribuir al mantenimiento de esta especie en peligro de extinción. Por otro ayudarnos a que personas con movilidad reducida puedan realizar las rutas por el parque arqueológico y natural; y por último para poder ayudar terapéuticamente a personas con diferentes capacidades.

Primero fueron Faustina y Emilia, dos burras adquiridas por la Fundación Dolores Bas en marzo de 2018 en una subasta del Centro de selección y reproducción animal de Extremadura (CENSYRA), centro de la Junta de Extremadura que tiene como objetivo la conservación, mejora y fomento de nuestras razas ganaderas.

Durante años estas burras habían sido madres reproductoras en este centro de mejora y selección animal, pero por diferentes motivos ya no podían seguir siéndolo. En ese momento la Fundación Dolores Bas las adquirió y fueron llevadas al Espacio Natural El Rebellao donde viven en libertad, convirtiéndose en las protagonistas principales de los escolares que cada año visitan la finca para participar en los programas de educación ambiental que la fundación ofrece.

Estos animales reciben con paciencia las caricias de los pequeños visitantes que los miran con cara de asombro, asombro provocado entre otras cosas por el hecho de que son animales escasos y cada vez más difíciles de ver. Este es uno de los motivos por los que la fundación ha tenido interés en tenerlos en El Rebellao. Por un lado contribuir al mantenimiento de la especie y por otro rendir homenaje a un animal muy importante en otra época para eld esarrollo de las zonas rurales.

Hace escasos días diez animales más llegaron para acompañar a Faustina y Emilia, y desde entonces ha nacido un nuevo miembro más. Su llegada es un paso más para en el camino de lograr un precioso objetivo nacido de una ilusión.

Accesibilidad

La fundación pretende hacer accesible este Espacio Arqueológico y Natural a las personas con dificultad de movilidad, incluso a personas en silas de ruedas, dando la oportunidad de que realicen las rutas por el interior. La idea es utilizar un carro adaptado  cuyo prototipo ya está diseñado y a la espera de recibir ayuda económica para hacerlo una realidad.

También se pretende que estos animales y sus virtudes puedan servir para ayudar terapéuticamente a personas con distintas capacidades.

 

Fuente: http://lector.kioskoymas.com

Autor: José María Franco