"La guerra contra el cáncer la vamos a ganar"



La investigadora Verónica Rodríguez Bravo, de orígenes extremeños y afincada en Nueva York, lidera un equipo de científicos que ha descubierto que la falta de una proteína acelera la división celular y dispara los tumores

La curiosidad la llevó a dedicarse a la investigación. Su trabajo, a conseguir resultados inéditos para luchar contra el cáncer. Y el optimismo le hace estar convencida de que "esta guerra la vamos a ganar, aunque por el camino haya que seguir perdiendo batallas". Verónica Rodríguez es una investigadora nacida en Cataluña, pero de origen extremeño, cuya dedicación enfila la lucha contra el cáncer. El equipo de científicos que dirige en el Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York ha descubierto un mecanismo para controlar la velocidad con la que se dividen las células y dar estabilidad a los cromosomas, "donde residen todos nuestros genes". La falta de una proteína, la Mad1, acelera el proceso de mitosis --o división celular-- sin tiempo para corregir los errores en la separación de los cromosomas, lo que aumenta la acumulación de alteraciones cromosómicas, característica común de los tumores. "Si entendemos por qué sucede esto podremos tener un mayor conocimiento sobre cómo se originan los tumores, cómo progresan y utilizar estos conocimientos en futuras terapias anti-tumorales para eliminar esa inestabilidad genética", describe.

Tras seis años de trabajo, el estudio acaba de ser publicado en una de las revistas más prestigiosas, 'Cell', y sus resultados podrían tener importancia en el desarrollo embrionario, ya que la alteración de cromosomas también está detrás de problemas como el Síndrome de Down, en el que en lugar de tenerse dos cromosomas 21 se tienen tres.

Estamos más cerca que antes de conocer y controlar el cáncer, pues el nivel de conocimientos y avances que tenemos ahora es espectacular", señala la científica catalana de padres extremeños. Sus progenitores, Rogelio Rodríguez y Cristina Bravo, ganadero y costurera de oficio, emigraron de Siruela (Badajoz), su pueblo natal, a Barcelona en los años 70 en busca de un futuro mejor. Y allí nacieron Verónica y su hermana mayor Eva, que no han perdido el amor por Extremadura. En el pueblo pacense, donde han retornado sus padres, Verónica pasaba veranos enteros de niña con sus abuelos, vacaciones de Semana Santa, de Navidad,... las visitas eran constantes pese a la lejanía. "Siruela es la memoria de la felicidad de mi infancia", dice emocionada. "Mis recuerdos son de absoluta libertad, de cielos radiantes, de aire limpio, paz y tranquilidad. Extremadura para mí es una joya", recuerda, y por ello fue el lugar escogido para su luna de miel.

Tras cursar Biología en la Universidad de Barcelona y doctorarse en Biología Celular y Anatomía Patológica, trabajó como investigadora en la Universidad de Utrecht (Holanda) antes de asentarse en Nueva York, donde desempeña su labor actualmente. Asegura que cuando inició la universidad apostó por la ciencia por la curiosidad de ir sabiendo cada vez un poquito más y después fue la necesidad de obtener respuestas a preguntas sin ellas lo que le llevó a su puesto actual. ¿Por qué las células de nuestro cuerpo inician tumores? o ¿cuáles son las causas biológicas detrás de la resistencia a las terapias actuales que hacen que los tumores se reproduzcan y metastaticen? son las cuestiones a resolver por las que lucha cada día. "Espero seguir progresando y alcanzar cada vez más respuestas", confía.

En Nueva York parece más factible dar en la tecla. La vida de una investigadora allí es muy activa. "Está muy orientada a conseguir objetivos claros, con mucha inspiración y dedicación a la vez. En esta ciudad suceden muchas cosas porque la gente está muy orientada a conseguir sueños, proyectos de todo tipo. Aquí se da el caldo de cultivo para que muchas cosas sean posibles, con mucho trabajo, eso sí, y por supuesto con una inversión detrás", valora Rodríguez mientras observa con preocupación y frustración la situación de la ciencia en España. "Es sabido que la financiación de muchos centros de investigación y laboratorios ha disminuido mucho y está en peligro; lo preocupante es que las consecuencias se verán en el futuro, ahora puede suponer un ahorro aparente recortar en partidas de educación o investigación pero será un lastre más adelante. Invertir en conocimiento, investigación y tecnología puntera es la base para sembrar el futuro y hay que sembrarlo hoy; la marca España empieza por las decisiones que se toman hoy", recalca.

Los resultados que su equipo de científicos ha puesto hoy a la luz son un paso más para poder controlar una de las enfermedades que más vidas se lleva por delante. "Aunque la mejor manera que todavía tenemos de enfrentarnos al cáncer es la prevención y la detección precoz, cada vez estamos más cerca de terapias a medida para cada tipo de personas y cada tipo único de turno específico. El cáncer es muy complejo con muchos genes alterados, las células que llegan a crear tumores y metástasis se han adaptado muy bien, han seleccionado lo mejor de lo mejor para hacerse imbatibles aprovechando el cuerpo donde han sido producidas, por eso ahora se buscan talones de Aquiles, sus puntos débiles, y esa búsqueda es ardua y los procesos son largos", explica. Aún así, esta investigadora aboga por no perder el optimismo: "estoy convencida de que esta guerra la vamos a ganar, pero tenemos que estar preparados para perder batallas en el camino e invertir tiempo y recursos en ello".

Fuente: El Periódico Extremadura