Hijos con discapacidad intelectual: un reto difícil pero superable



Ser padres es una tarea complicada que requiere la inversión de mucho tiempo y esfuerzo, pero hay que tener en cuenta que esta inversión se multiplica cuando nuestro hijo tiene necesidades especiales y depende más de nosotros. La educación, entonces, supone una serie de retos educativos, médicos y, sobre todo, de integración con los que no siempre resulta fácil lidiar.

Es muy relevante comprender que nuestro hijo, como todos los niños, tendrá unas capacidades y habilidades determinadas, igual que carecerá de otras. Y es importante determinar una postura intermedia entre aquellos que se dan por vencidos sin intentar sacar el máximo del niño y aquellos que le exigen al pequeño más de lo que puede dar.

Enseñar a nuestro hijo a no darse por vencido (y no hacerlo nosotros mismos) es un desafío que supone realizar un gran esfuerzo. Esfuerzo que no siempre nos hará lograr nuestro objetivo, pero es importante aprender a perseverar.

Muchas veces podemos tender a comparar a nuestros hijos con otros niños, querer pensar que están integrados al 100% y que no afrontan retos complicadísimos cada día, pero la realidad es que no debemos forzar a los niños más de lo debido ya que esto les supondrá gran frustración al ver que no pueden seguir el ritmo de otros niños o realizar actividades que nosotros juzgamos sencillas.

Obviamente, la mayoría de estos obstáculos se puede superar con confianza y paciencia, siempre que seamos conscientes de que el proceso puede ser lento y difícil. Lo más importante es respetar los ritmos del niño y no tratar de acelerar las cosas.

Fuente: http://fundacionandaconmigo.com