Diario HOY de Extremadura: "Los extremeños más generosos"
Existen casos en los que el legado de personalidades extremeñas han hecho que nazcan instituciones que hoy gozan de prestigio. Por ejemplo, en Badajoz, destaca la Fundación Hija de Pepe Reyes Dolores Bas de Arús.
Fernando Valhondo Calaff, Mercedes Calles y Dolores Bas son sólo algunos de los ejemplos de extremeños solidarios más allá de la muerte. Cosecharon una gran fortuna en vida con la que se crearon organizaciones sin ánimo de lucro tras su fallecimiento. Todos firmaron testamentos con sus últimas voluntades y entre ellas no faltó el deseo de aportar su granito de arena a la sociedad. Algo similar a lo que hicieron ellos hace años lo continúan realizando otros hoy en día. Es el caso de las 115 personas que desde 2007 hasta el primer semestre de 2018 han optado por un testamento de este tipo en la región, según los datos del Consejo General del Notariado.
En España la cifra se eleva a 9.377 testadores. Todos donaron sus bienes en forma de herencia (patrimonio de una persona en cualquiera de sus formas) o legado (bienes materiales como inmuebles, obras de arte o joyas), a una organización sin ánimo de lucro.
«Hacer algo así es tan simple como dirigirse al notario y decir la organización a la que se quiere dejar la herencia, siempre que sea uno de los tercios de libre disposición para el que no existe obligación legal», explica Sonia Gómez, coordinadora de la campaña 'Legado solidario', una plataforma que se puso en marcha en 2007 y aglutina a 25 organizaciones y entidades no lucrativas para sensibilizar sobre este asunto.
Añade que «se trata de un proceso flexible que puede costar entre 45 y 60 euros». Aclara que estas herencias no se ven mermadas por impuestos, ya que al ser una persona jurídica no están sujetas al impuesto de sucesiones.
«Cada vez son más los que se decantan por el testamento o legado solidario», dice Gómez. Reconoce que siempre ha existido y alude a que antes la principal beneficiaria era la Iglesia. «Cuando no se tenía descendencia esa era la primera opción. Ahora existen muchas organizaciones y el tercer sector está mucho más organizado que antes», comenta Gómez, quien añade que es algo que los testadores suelen llevar en silencio. «Es muy complicado que quieran dar la cara. Una de las grandes barreras es enfrentarse a lo que pensarán sus familiares», afirma antes de aludir al último estudio realizado por la campaña 'Legado solidario'.
En él se detalla que esta forma de colaborar es desconocida para un 36% de los mayores de 25 años. Además, el porcentaje de personas que han dejado un legado solidario va aumentando poco a poco, un 3% en 2018 frente a un 2% en 2013. «Los españoles nos estamos quitando el prejuicio de hablar de la muerte y se hacen más testamentos», apunta Gómez, que matiza que se siguen moviendo en «cifras muy bajas».
David Moreno, portavoz de Testamento solidario de Unicef, detalla que estas herencias pueden llegar a representar el 5% de los ingresos de las organizaciones.
Las personas que suelen hacer este tipo de testamentos son mujeres (en el 62% de los casos). También son solteros (53%) y socios o donantes de la organización a la que legan (un 69%). Respecto al bien legado en testamento es mayoritariamente dinero seguido de inmuebles.
Los ámbitos en los que una persona confía para dejar su herencia de carácter solidario se pueden resumir en dos principalmente. A unas les mueve su implicación social y a otras la pasión por la cultura. De ambos hay ejemplos en Extremadura.
Por ejemplo, en 2015 un matrimonio de la localidad cacereña de Cilleros dejó una herencia de 300.000 euros a Unicef. Los trabajadores de la oenegé se sorprendieron al ver que además de donarles un piso y una finca, Unicef heredó el dinero que tenían en el banco, que llegaba a los 200.000 euros. La organización lo utilizó para ayudar a terminar con la muerte de niños como consecuencia del hambre o enfermedades.
Además, existen casos en los que el legado de personalidades extremeñas han hecho que nazcan instituciones que hoy gozan de prestigio. Por ejemplo, en Badajoz, destaca la Fundación Hija de Pepe Reyes Dolores Bas de Arús.
La vida de Dolores Bas se caracterizó por su generosidad hacia los más necesitados e hizo importantes donaciones. Junto con su hermano financiaron la iglesia parroquial del Cerro de Reyes, así como la donación de terrenos para una guardería infantil y aportaciones a la iglesia parroquial de San Fernando en Badajoz. Tras su fallecimiento se creó una fundación con sus bienes que trabaja para mejorar la vida de mayores, personas con discapacidad y enfermos de cáncer, entre otros colectivos.
En Cáceres también hay ejemplos. La Fundación Mercedes Calles y Carlos Ballestero es uno de ellos. Se constituyó con el legado testamentario de Mercedes Calles Martín-Pedrilla para fomentar aspectos como la cultura en la ciudad. La Fundación Fernando Valhondo Calaff también surgió de un modo similar. Él perteneció a una de las estirpes cacereñas de mayor potencial económico y proyección social del primer tercio del siglo XX. En su testamento también dejó escrito que se debía constituir una fundación para que perpetuase su nombre. Hoy, entre sus fines, destaca la concesión de ayudas a estudiantes con escasos recursos económicos y buen expediente académico.
ÁLVARO RUBIO. Diario HOY.
Fuente: Hoy.es