Extremadura regula los perros de asistencia a personas con discapacidad



Satisfacción por la nueva orden de la Junta de Extremadura que regula los perros de asistencia en la región. Una normativa que venía siendo demandada desde hacía tiempo y que, según las organizaciones, dará un impulso a estos animales de apoyo.

«Ahora que está regulado, se va a divulgar y se va a dar a conocer, el campo que se abre es enorme», afirma complacido Jesús Gumiel, presidente de la Federación de Asociación para la Atención e Integración de Personas con Discapacidad Física en Extremadura (Apamex).

Lo secunda Pedro Calderón, presidente de Plena Inclusión Extremadura: «Es un gran avance, un avance enorme. Supone una revolución», dice.

Hablan de la orden publicada por la Junta este 1 de agosto por la que se regulan los perros de asistencia a personas usuarias de apoyo animal en Extremadura.

«El texto garantiza lo que era la gran asignatura pendiente en la región, que es la regulación de este tipo de ayudantes tanto para las personas usuarias como para las empresas adiestradoras de perros», explica Gumiel.

La citada orden hace una clasificación de cinco tipos de perros de asistencia según las necesidades de sus usuarios: el perro-guía para personas con discapacidad visual, perro de señalización de sonidos para personas con discapacidad auditiva, perro de servicio para personas con discapacidad física, perros de aviso o alerta médica para personas con enfermedades como diabetes o epilepsia y perros para personas con trastorno del espectro autista. Este último se puede extender a personas con otro tipo de transtornos cognitivos, según aclaran desde Plena Inclusión.

«Históricamente, estos perros se han vinculado a las personas ciegas o con déficit visual. Ahora se amplían a personas con discapacidad o con alguna enfermedad», detalla Calderón.

«Ahora muchas personas van a conocer lo que los perros de asistencia pueden hacer, como en el Reino Unido, que llevan más de 20 años utilizándose. El perro avisa, da seguridad, ayuda», tercia Gumiel.

En este y otros países los perros de asistencia se han convertido en parte de la vida diaria al ser compañeros inseparables de personas que requieren algún tipo de ayuda.

Así, tanto Gumiel como Calderón coinciden en explicar cómo estos perros no son sólo útiles para personas con algún tipo de discapacidad, sino para también ayudar a personas con enfermedades crónicas como lo son la diabetes o la epilepsia: «Por el olor, estos perros pueden detectar cuándo una persona va a sufrir una bajada de azúcar o un ataque epiléptico con unos 15-20 minutos de antelación», comenta Gumiel.

«Esto además le da más seguridad a la persona que sufre epilepsia. Se ha demostrado que las acompañadas por un perro empiezan a sufrir menos ataques», añade Calderón.

Tal y como detallan ambos, gracias a esta regulación, los usuarios de estos perros tendrán garantizado su acceso a cualquier establecimiento público y privado de uso colectivo y la permanencia en diferentes espacios y transportes, así como en el lugar de trabajo de la persona usuaria. La normativa sólo delimita ciertos lugares por cuestiones sanitarias, como por ejemplo el área quirúrgica de un hospital o la zona de agua de una piscina pública.

«Los usuarios van a poder entrar en todas partes y quien le restrinja ese derecho puede ser sancionado», insiste Gumiel.

«Esto va a suponer una revolución. Va a poder facilitar lo que precisamente nosotros buscamos, que es la plena inclusión en la sociedad. Van a poder ir con su perro a una cafetería, a un centro comercial, a cualquier espectáculo sin restricciones», confirma Calderón.

Además, se establece la creación de un carné que vincula al perro con su dueño: «Tiene todo el sentido, porque antes en la foto sólo aparecía el perro. Ahora son los dos, porque tienen un vínculo. Ese perro ha sido adiestrado especialmente para ese dueño”, detalla el presidente de Apamex.

Esta orden viene a culminar la Ley de Accesibilidad de Extremadura, aprobada en el 2014 y plasma el Reglamento de Accesibilidad Universal de Extremadura, publicado hace un año.

En su redacción han participado ambas organizaciones, junto a otros agentes y adiestradores de canes, quienes destacan la buena disposición de la Administración autonómica: «Queremos destacar la receptividad y la altura de miras de la directora de Arquitectura María Ángeles López Amado», dice Gumiel.

«Queremos mostrar nuestra gratitud a la Consejería de Servicios Sociales», coincide Gumiel.

Ambos aseguran que la orden pone a Extremadura a la vanguardia de España en este tipo de normativa, ya que subsana vacíos y fallos cometidos en otras comunidades autónomas y ofrece un amplio marco que regula todos los aspectos y dudas que pudieran surgir en el día a día.

Centros regulados

La nueva norma no sólo cubre las necesidades para la vida diaria de los usuarios, sino que también facilita un marco legal y da garantías a los centros de adiestramiento de perros. Lo confirma Juan Miguel Tadeo, instructor de canes en el Centro Terranova de Badajoz: «Nosotros la valoración que le damos es muy positiva», dice.

Este centro lleva trabajando desde hace más de 20 años, pero es ahora cuando por fin tiene un respaldo tanto para ellos como para los usuarios: «La situación es radicalmente diferente, es que ayer no había nada legal y hoy sí. Ahora, con la orden, más personas pueden acudir a estos animales y tienen garantizado que pueden ir a cualquier sitio con él», explica Tadeo.

En este momento, desde Terranova están preparando a cuatro perros de asistencia: dos para Badajoz, uno para Mérida y otro para Montijo. Los canes son seleccionados cuando aún son cachorros y son educados específicamente para cubrir la asistencia requerida por sus futuros dueños.

«A personas con discapacidad física les ayudan a salir, a coger objetos. Otros sirven para controlar y alertar sobre una inminente crisis de su dueño que sufre alguna enfermedad», detalla Tadeo.

La previsión es que la demanda de estos animales se incremente, ahora que los usuarios tienen garantizada la accesibilidad y todos los derechos y deberes de sus ayudantes de cuatro patas.

Lo cierto es que, tal y como apunta Gumiel, todo indica que las múltiples habilidades de estos canes aún están por maximizarse: «Hay un campo enorme con el olfato del perro, ellos tienen mucha más sensibilidad y cada vez pueden detectar más cosas», explica.

Habilidades físicas y sensibilidad que ayuda a la integración de sus usuarios: «Nosotros conocemos a una madre con un niño autista que llora cuando habla del perro. Ella dice que su hijo, que antes se iba dando cabezazos o corría detrás de una bolsa está ahora centrado en su perro», rememora Gumiel.

Como argumenta Calderón: «Los animales de compañía, en general, y los perros, en particular, son una terapia para cualquier familia o persona. Los perros de asistencia hace que las personas con necesidades ganen en autonomía y eso significa que se apoyan más en su perro en lugar de en otras personas».

A partir de ahora, estos «ángeles de la guarda» tienen asegurada la protección en todo momento de sus dueños.

Fuente noticia:  www.elperiodicoextremadura.com

Imagen: Hoy.es