Revista Grada difunde el proyecto de Fundación Dolores Bas



Anuncia Maján hace un reportaje sobre nuestra fundación, que se nota está hecho desde el afecto. Nuestro presidente, Pedro Arias le ha contado todo sobre la organización, su fundación, su razón de ser, proyectos e ilusiones de futuro. Anuncia ha sabido contarlo tan bien que queremos compartirlo con todos vosotros.

Dolores Bas Mirón fue una mujer que durante toda su vida hizo gala de una gran preocupación por mejorar la vida de las personas más humildes de Badajoz, tal y como ya había hecho su padre, José Bas Rojas, el popular empresario pacense ‘Pepe Reyes’. Tanto es así que, junto a su marido, Francisco Arús, decidió que su patrimonio debía seguir sirviendo al bien común tras su fallecimiento. Así nació la ‘Fundación Dolores Bas de Arús, hija de Pepe Reyes’, que desde 2009 y por expreso deseo de doña Dolores se encarga de administrar su patrimonio para ayudar a instituciones de interés social radicadas en Badajoz.

Para conocer más a fondo la tarea que lleva a cabo esta entidad charlamos con su presidente, Pedro Arias, quien fuera persona de confianza y depositario de la voluntad de la familia Bas de Arús.

Francisco Arús quiso, en un principio, crear un centro benéfico para chicos con dificultades socioeconómicas. Esto no fue posible, pero de esa idea surgió el germen de esta Fundación que, cumpliendo la voluntad de su fundadora, destina cada año el 70% de los beneficios de su patrimonio a tres instituciones de la ciudad, las más emblemáticas en su momento, y que abarcaban un amplio espectro de necesidades de la época por ella vivida: las Hermanitas de los ancianos desamparados, que gestionan una residencia de ancianos en Badajoz, Aprosuba 3 y la Asociación Española Contra el Cáncer en Badajoz. Además, en vida hicieron una importante labor de ayuda al patrimonio eclesiástico de la ciudad, facilitando la edificación del nuevo templo parroquial de la barriada de Cerro de Reyes; e incluso realizaron una donación de terrenos para edificar un colegio, contando también con el patrimonio de su hermano Ramón Bas Mirón.

Pedro Arias nos cuenta también que en los estatutos de la Fundación se recoge la posibilidad de colaborar mediante un porcentaje de los beneficios con otras instituciones, y realizar diversas actuaciones “para ayudar a personas con discapacidad y con otros problemas, y a personas mayores”. En este sentido, a través de la web de la Fundación se abre cada año una convocatoria para que las entidades sociales que puedan optar a las ayudas presenten proyectos que se adecuen a sus fines. Estos proyectos los aprueba, previo estudio detallado, el patronato de la Fundación.

En la última convocatoria una de los proyectos elegidos fue el de la Fundación Primera Fila para ‘Theracenter Extremadura’, que trata a personas con parálisis cerebral y otros trastornos neuromotores. “El proyecto es sumamente interesante, por eso ha contado este año con nuestro apoyo”, asevera Pedro Arias.

La Fundación forma parte de la Asociación Extremeña de Fundaciones y participa en foros en los que pueden apoyar e intercambiar ideas y experiencias. Arias se muestra orgulloso de cómo la Fundación ha evolucionado y ha puesto en marcha nuevas iniciativas, como el parque arqueológico natural de ‘El Rebellao’, ubicado en una finca propiedad de la Fundación, donde se ha creado un huerto ecológico en el que trabajan integrantes de un centro especial de empleo, para sacarle producto con destino a economatos sociales, comedores sociales y directamente para su venta al público. En estos terrenos hay además un parque arqueológico y natural, que incluye un yacimiento prehistórico de gran valor, además de ruinas romanas y restos de construcciones de diversas épocas; también cuenta con un centro de interpretación para conservar y poner en valor el riquísimo patrimonio existente en el parque. Es especialmente interesante la colaboración con centros educativos, que realizan visitas guiadas y actividades conjuntas con su personal, como la plantación de árboles de diferentes especies por parte de los alumnos.

Pedro Arias está satisfecho de haber expandido los objetivos de la Fundación respetando los deseos de la testadora, en lugar de administrar el patrimonio hasta su agotamiento, como podría haberse hecho. El motor de esta reorientación y de su importante dedicación es, en sus propias palabras, la ilusión y la pasión con la que trabaja el patronato de la Fundación.

La Fundación se enorgullece de no haber solicitado subvenciones nunca, y de gestionar su patrimonio evitando las perdidas y procurando aumentarlo para servir a sus fines. Para gestionar ‘El Rebellao’ y otros proyectos empresariales, como un futuro aparcamiento público en el casco antiguo de Badajoz, que también será atendido por personas con discapacidad, se ha creado una sociedad limitada.

Con las instituciones públicas la colaboración es, según Arias, muy positiva: “Nos ajustamos correctamente al protectorado de Fundaciones de la Junta de Extremadura, y cualquier proyecto lo sometemos a su estricto control, para contar con su aprobación. También la Diputación de Badajoz y los Ayuntamientos nos facilitan mucho llevar a cabo nuestras iniciativas”.