Mitos sobre las personas mayores



Para Eva Velázquez, psicóloga del Ayuntamiento de Madrid, “la generalidad es el envejecimiento saludable, hay tantas opciones de ser mayor como personas”. En efecto, las personas mayores conforman un grupo completamente heterogéneo que nunca deja de aportar y que manifiesta un interés creciente por ejercer su derecho a la participación en la sociedad.

Todos somos personas mayores en potencia. En el primer semestre de 2015, por primera vez, el número de muertes en España superó al de nacimientos. Las proyecciones de población estiman que para 2050 la cifra de personas mayores será casi el doble que la actual, un 37.6% de la población total. ¿Has pensado alguna vez en cómo te verán los demás cuando llegue ese momento?
Muchos ya lo saben. Sigue imperando el estereotipo de que las personas mayores están enfermas, son dependientes, no coordinan bien y se olvidan de las cosas tan sólo por el hecho de ser mayores. Estas generalizaciones no solo son falsas sino que contribuyen a que, en muchos casos, las personas mayores acaben asumiendo un rol impuesto para encajar en el papel que la sociedad les reserva: el de personas frágiles, incapaces de valerse por sí mismas, tomar decisiones o transformar el entorno.

Pero, ¿qué hay de todas esas personas mayores que hacen ejercicio, leen, quedan con amigos para ir al teatro y llevan a sus nietos al cine? ¿Qué hay de esas abuelas que les ayudan con los deberes, van a clases de informática y todavía les sobra tiempo para participar en la sociedad representando a sus vecinos del barrio o impulsando acciones solidarias?

Si bien es cierto que existe el fenómeno de aislamiento, las personas mayores son un grupo de población muy diverso y numeroso que en la mayoría de los casos mantiene un contacto directo con familiares, amigos y vecinos desde su completa autonomía. También se cree que la mayoría tiene algún tipo de deterioro cognitivo, están deprimidas, se vuelven difíciles de tratar y raramente se enfrentan a los declives inevitables asociados al envejecimiento. Pero la realidad es que la mayoría se ajustan con éxito a los desafíos vitales y mantienen una personalidad consciente y autónoma. Además, las personas mayores que viven en comunidad tienen menores o iguales porcentajes de depresión diagnosticable que otros grupos de edad. Entonces, ¿por qué mantener estas falsas creencias?

La construcción de los mitos y estereotipos es un fenómeno social muy habitual. Son ideas o pensamientos comunes, a menudo difundidos masivamente por los medios de comunicación que se asumen como ciertos sin ser cuestionados. Interrogar esas creencias y prejuicios es fundamental para favorecer el encuentro y la amigabilidad del entorno. Dedicar el tiempo a conocerse y comunicarse aumenta las posibilidades de comprobar que las ideas preconcebidas no se corresponden con la realidad, y por eso, escuchar a los demás es la principal herramienta para combatirlas. Internet facilita enormemente esa labor, a través de redes sociales como Facebook y páginas como madridmayor.es que fomentan el encuentro entre personas.


La sociedad civil organizada en torno a las personas mayores demanda una mayor atención en plano de igualdad con los demás colectivos, impulsando una imagen que se ajuste mejor a la realidad en la que viven. Para Eva Velázquez, psicóloga del servicio de personas en aislamiento social del Ayuntamiento de Madrid, “la generalidad es el envejecimiento saludable, hay tantas opciones de ser mayor como personas”. En efecto, las personas mayores conforman un grupo completamente heterogéneo que nunca deja de aportar y que manifiesta un interés creciente por ejercer su derecho a la participación en la sociedad.

Fuente: http://lavozdelaexperiencia.es