La Fundación Dolores Bas proyecta en su finca un huerto ecológico, un camping y un centro de interpretación entre otras actuaciones



La Fundación Dolores Bas de Arús ha preparado un ambicioso proyecto para poner en valor y explotar sin ánimo de lucro la finca El Rebellao, que ocupa alrededor de 600 hectáreas donde, según esta iniciativa, se pondría en marcha un huerto ecológico, una zona de acampada, se desarrollaría una actuación de recuperación de la caza menor y charcas con especies autóctonas, además de un centro de interpretación y una ruta para conocer los recursos de la finca.

Todas estas instalaciones estarían destinadas a ser utilizadas por colegios y asociaciones de discapacitados y de mayores, según anunció ayer el presidente de la fundación, Pedro Arias, en presencia de los otros patronos. Arias manifestó que la intención de la fundación es presentar el proyecto a las instituciones tras las elecciones, de la mano de la Asociación Extremeña de Fundaciones.

La finca se está vallando en estos momentos. También se está desarrollando una actuación arqueológica en la que colaboran de forma voluntaria una veintena de alumnos de la Universidad de Mayores, dirigidos por tres arqueólogos, en las ruinas de la iglesia de San Ildefonso y sus alrededores, donde se ubicaba el antiguo pueblo de Valverde, hasta su destrucción en la guerra con Portugal. De sobra son conocidos también los dólmenes que perviven en la finca, dos de ellos catalogados, con más de 6.000 años.

Todos estos valores se integrarían en el programa de la fundación, que a su vez se desarrollaría a través de distintos proyectos, que para arrancar y funcionar requerirían la búsqueda de fondos, con patrocinadores privados y ayudas públicas.

Para el huerto ecológico se plantea una zona de unas 23 hectáreas destinadas a actividades agrícolas, que además pudiera servir para el estudio de distintos sistemas de gestión más productivos, niveles de explotación o invernaderos. Se complementaría con cursos de gastronomía extremeña y un mercado ecológico de productos de la finca con los que se podría ayudar a colectivos desfavorecidos. De manera anexa se desarrollaría una zona de acampada, que contaría con áreas parceladas para acampar, una para cabañas prefabricadas móviles y otro espacio libre para tiendas de campaña particulares. Contaría además con edificio de recepción, de servicios comunes y espacios de recreo.

El proyecto se completa con un centro de visitantes en las naves y edificaciones agrícolas situadas al noroeste de la finca, donde se emplazaría un edificio multiusos o de acogida, además de servir de centro de investigación que completaría el resto de áreas de El Rebellao. Este centro sería el punto de partida desde el cual iniciar cualquier visita temática y daría cabida al mismo tiempo a exposiciones, así como se podrían alquilar espacios para celebraciones o cursos.

La fundación tiene por otro lado especial interés en que en la finca se desarrolle un proceso de recuperación de especies de caza menor, como el conejo, la liebre y la perdiz. Se denominaría Centro de Regeneración de la Caza. También se propone la ubicación de zonas de regeneración de pesca en charcas y puntos de agua de la finca para recuperar especies regionales propias.

 

Fuente: La Crónica de Badajoz.