Una bioquímica española halla un modo de frenar la metástasis del cáncer de mama



La investigadora en la Universidad de Harvard, Zafira Castaño, descubre un vínculo entre la proteína que causa la inflamación y un freno a la expansión cancerosa

Un estudio científico que tiene como autor principal a la asturiana Zafira Castaño Corsino, doctora en Bioquímica e investigadora en la Universidad de Harvard (Boston, Estados Unidos), ha encontrado una nueva vía para frenar la metástasis de cáncer de mama, una enfermedad que aún se cobra medio millón de muertes anuales en todo el mundo.

En esta investigación, Castaño y los cofirmantes del trabajo han hallado un aliado inesperado contra la extensión del cáncer: la inflamación que producen los propios tumores primarios, un proceso que ayuda a prevenir el crecimiento de las células tumorales que se han diseminado. El conocimiento de los mecanismos que rigen la metástasis del cáncer de mama es la base para desarrollar nuevos fármacos de inmunoterapia, medicamentos que reprograman del propio sistema inmune del paciente para que consiga atacar las células cancerígenas.

 

Ratones y hombres

El trabajo de Zafira Castaño, junto a las doctoras Sandra McAllister, del departamento de hematología del hospital Brigham and Women´s -ubicado en la Escuela de Medicina de Harvard (Boston)- y Christine Chaffer, del Instituto Garvan en Australia -co-autoras senior del artículo- acaba de publicarse en la revista "Nature Cell Biology".

En esta investigación, Zafira Castaño y sus colegas estudiaron el cáncer de mama metastásico en modelos preclínicos en ratones y luego confirmaron los hallazgos con muestras de más de 1.300 pacientes.

En las pruebas con ratones comprobaron que los tumores primarios desencadenaban una inflamación que frenaba el crecimiento de las células metastáticas en el pulmón. Constataron que la presencia de una determinada proteína (la interleukina 1beta IL-1B) era especialmente alta en aquellos pulmones de ratones, en los que las metástasis no crecían, y su origen procedía de las células del sistema inmune.

Cuando esta proteína se suprimía, las metástasis crecían. De la misma forma, los tumores primarios de aquellos ratones en los que las metástasis eran inhibidas, también tenían altos niveles de IL-1B, de modo que analizaron pacientes con altos niveles altos de IL-1B en sus tumores primarios y la aparición de metastásis. Así fue cómo corroboraron en los pacientes los resultados obtenidos en los modelos preclinicos: cuando el nivel de interleukina 1 B era alto, el riesgo de metástasis era menor.

"Los pacientes y los médicos desconocen qué pacientes volverán a la clínica con metástasis letales al cabo de unos años. Nuestro estudio propone nuevos mecanismos que explican por qué ciertos pacientes pueden aparecer con metástasis al cabo de los años, mientras que otros afortunadamente han sido protegidos debido a una respuesta inflamatoria inducida por sus tumores primarios durante los estadíos tempranos cuando sus células metastáticas se han diseminado", explica Zafira Castaño a FARO.

Conocer cómo frenar la expansión del cáncer y las futuras metástasis letales, es clave en la lucha contra esta enfermedad. Ahora, los investigadores han encontrado una pista muy relevante. "Hemos visto que la inflamación inducida, y principalmente la IL-1B procedente de las células del sistema inmune han sido claves para bloquear la proliferación de las células metastáticas y también para retroalimentar la inflamación a nivel local en los sitios donde las células diseminadas se encontraban. Se trata de unos resultados pioneros, que abren nuevas vías para el diseño de nuevas inmunoterapias para evitar el crecimiento de las letales células metastáticas", añade esta investigadora asturiana en la prestigiosa universidad estadounidense.

Fuente: www.farodevigo.es/