Código Europeo contra el Cáncer



Recoge los principales factores de riesgo del cáncer, las técnicas de diagnóstico precoz, y los signos y síntomas de alarma que con más frecuencia acompañan a la enfermedad.

El Código Europeo Contra el Cáncer dice

  • No fume. No consuma ningún tipo de tabaco.
  • Haga de su casa un hogar sin humo. Apoye las políticas antitabaco en su lugar de trabajo.
  • Mantenga un peso saludable.
  • Haga ejercicio a diario. Limite el tiempo que pasa sentado.
  • Coma saludablemente:
    • Consuma gran cantidad de cereales integrales, legumbres, frutas y verduras.
    • Limite los alimentos hipercalóricos (ricos en azúcar o grasa) y evite las bebidas azucaradas.
    • Evite la carne procesada; limite el consumo de carne roja y de alimentos con mucha sal.
  • Limite el consumo de alcohol, aunque lo mejor para la prevención del cáncer es evitar las bebidas alcohólicas.
  • Evite una exposición excesiva al sol, sobre todo en niños. Utilice protección solar. No use cabinas de rayos UVA.
  • En el trabajo, protéjase de las sustancias cancerígenas cumpliendo las instrucciones de la normativa de protección de la salud y seguridad laboral.
  • Averigüe si está expuesto a la radiación procedente de altos niveles naturales de radón en su domicilio y tome medidas para reducirlos.
  • Para las mujeres:
    • La lactancia materna reduce el riesgo de cáncer de la madre. Si puede, amamante a su bebé.
    • La terapia hormonal sustitutiva (THS) aumenta el riesgo de determinados tipos de cáncer, limítelo. Limite el tratamiento con THS.
  • Asegúrese de que sus hijos participan en programas de vacunación contra:
    • La hepatitis B (los recién nacidos)
    • El papilomavirus virus del papiloma humano (VPH) (las niñas).
  • Participe en programas organizados de cribado del cáncer:

El Código Europeo Contra el Cáncer recomienda consultar con el médico si presenta cualquiera de estos síntomas: 

  • Un bulto o nódulo.
  • Un dolor persistente en el tiempo.
  • Una herida o úlcera que no cicatriza (incluyendo las úlceras de la boca).
  • Una mancha o lunar que cambia de forma, tamaño y/o color.
  • Una lesión en la piel que ha aparecido recientemente y sigue creciendo.
  • Sangrado o hemorragias anormales.
  • Tos y/o ronquera persistente.
  • Cambios en los hábitos urinarios o intestinales.
  • Pérdida de peso no justificada

Fuente: www.aecc.es